jueves, 27 de enero de 2011

¿Qué es un equipo de Nuestra Señora?

     Un equipo de Nuestra Señora es un grupo de matrimonios cristianos, formado por 4-7 parejas cristianas, acompañadas de un sacerdote o consiliario. Se reúnen en casa para vivir en comunidad la fe, a imitación de los primeros cristianos.
     Un equipo es una comunidad cristiana de matrimonios:
  • Comunidad. Grupo de personas que se reunen libremente. Nadie está obligado a ingresar en un equipo ni a permanecer en él. La libertad es esencial. Pero lo que han elegido formar parte de un equipo deben comprometerse a participar con lealtad en la vida comunitaria.
  • Cristiana: No es una simple comunidad humana. Sus miembros se reúnen "en nombre de Cristo". Están unidos por una misma fe. Han descubierto que "Dios nos ama" y buscan dar con su vida una respuesta a ese amor de Dios. Y la respuesta es amar: a la pareja, a los hombres y a Dios.
  • De matrimonios: El matrimonio es el sacramento del amor. Y el amor humano vivido cristianamente constituye un testimonio de Dios. Las parejas cristianas tienen que dar vida a esta "Buena Nueva": que el sacramento del matrimonio está al servicio del amor, al servicio de la felicidad y al servicio de la santidad.
     Todos los equipos forman parte de un movimiento internacional, recnocido oficialmente por la Iglesia católica, que quiere ayudar a las parejas a vivir en profundidad su sacramento del matrimonio. El movimiento, colocado bajo la protección de Nuestra Señora, la Madre de Jesús, invita a las parejas a vivir plenamente la espiritualidad conyugal.
     Cada equipo es una pequeña comunidad cristiana donde nos ayudamos a:
        • Seguir a Cristo en pareja y en equipo.
        • Querernos más y mejor como marido y mujer.
        • Acoger y educar cristianamente a los hijos.
        • Ser miembros activos de la Iglesia.
        • Vivir como laicos cristianos, comprometidos con el mundo.
En el equipo nos ayudamos unos a otros, y así:
        • Compartimos alegrías y penas, éxitos y fracasos.
        • Vivimos lo acontecimientos a la luz de la fe.
        • Superamos dificultades.
        • Aprendemos a darnos a los demás.
        • Oramos en común y con frecuencia celebramos la Eucaristía.
        • Nos formamos para dar razón de nuestra fe y de nuestra esperanza.
     Los equipos de Nuestra Señora son uno de los medios que puede utilizar cualquier matrimonio cristiano para vivir su cristianismo de un modo más comprometido y para compartir su fe con otras personas. Los ENS están abiertos a todos los matrimonios cristianos.
     Por otra parte la pertenencia a ENS no puede separarnos del resto de la Iglesia sino todo lo contrario: debe llevarnos a participar más y más cada día en la colaboración en el trabajo pastoral de las parroquias a las que pertenecemos, como laicos cristianos comprometidos. Y esto es lo que sucede en la práctica. ENS nos da profundidad como personas y nos prepara para la acción.

ESTATUTOS CANÓNICOS


ESTATUTOS CANÓNICOS DE LOS EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA


(Aprobados el 26 de julio de 2002)


PREÁMBULO

     Los Equipos de Nuestra Señora (E.N.S.) tuvieron su origen en un grupo de cuatro hogares preocupados por responder plenamente a las exigencias de su bautismo dentro y a través de su vida de matrimonio, y en un sacerdote, el Padre Henry CAFFAREL, que presentía las riquezas espirituales del sacramento del matrimonio.
     La primera reunión de equipo tuvo lugar en París, el 25 de febrero de 1.939. La Carta Fundacional de los E.N.S.,  puesta a punto el 8 de diciembre de 1947 por iniciativa del Padre Henry CAFFAREL y de los responsables de aquella época,   constituye la verdadera acta fundacional del Movimiento, que quiso ponerse bajo el patrocinio de la Madre de Dios.
     La finalidad principal de este Preámbulo es colocar los presentes estatutos dentro de la intuición primitiva y, de esta manera, permitir a los E.N.S. seguir hacia adelante con audacia y con confianza en la fidelidad a los carismas fundacionales.
     Como lo precisa con claridad la Carta Fundacional de los E.N.S. en su nota nº1,  y lo recordó el Padre fundador en la Pascua de 1988 al recopilar los textos fundacionales de los E.N.S.,  desde su origen  los Equipos de Nuestra Señora han querido ser un “Movimiento de Espiritualidad y no simplemente un grupo de amistad de hogares cristianos deseosos de evitar el aislamiento,  ni tampoco un Movimiento Familiar ni un Movimiento de Acción Católica”.  Asimismo, desde el principio, no reúnen a individuos sino a matrimonios,  que quieran caminar hacia la santidad dentro y a través del matrimonio.
     La intuición central de las primeras reuniones, que darán lugar a lo que se va a llamar la “ESPIRITUALIDAD CONYUGAL” , es que los matrimonios unidos por el sacramento del matrimonio están llamados a santificarse, no a pesar de su matrimonio, sino dentro y a través de su matrimonio.  Hace 60 años nos costaba captar la novedad de semejante afirmación.  Todavía hoy es un aspecto que hemos de destacar.
   En contacto con aquellos matrimonios jóvenes, el Padre Caffarel descubre el sentido del “gran misterio” de que habla San Pablo (Efesios  5, 32).  Las parejas unidas por el Sacramento del Matrimonio no tienen que buscar otro camino de santificación que el de su amor, acogido y transfigurado por el amor divino.  Como el Padre Caffarel gusta de repetir:  “El matrimonio es darse el uno al otro para darse juntos”.  Estos primeros equipos engendran también otra intuición:  el paralelismo entre las dos relaciones de amor,  la relación entre el ser humano y Cristo, y la relación entre los esposos.   Las dos relaciones tienen una evolución similar:  después de la alegría del encuentro, un día llega la prueba de la noche y de la ausencia aparente.   En 1945 empieza la publicación del  “Anneau d’Or”,  cuadernos de espiritualidad conyugal y familiar lanzados por el Padre Caffarel con un  editorial que tendría gran repercusión:  “Un deber desconocido”;  basándose en un pasaje del Evangelio de San Lucas (14, 28-34), habla del “Deber de Sentarse”,  partiendo del principio de que “la casa acaba por derrumbarse si no se cuidan sus cimientos”;   la rutina se adueña del hogar que no se detiene para reflexionar, y la unión conyugal se resquebraja.
     Cada vez son más numerosos los hogares que se dan cuenta de su debilidad y de sus limitaciones porque experimentan día a día lo estrecha que es la puerta y lo difícil que es permanecer en el amor,  por eso un número cada vez mayor de ellos decide formar equipo dentro de un Movimiento estructurado, a la vez flexible y riguroso.
     Inspirados por una experiencia de más de cincuenta años los E.N.S. tienen el convencimiento de que el Movimiento responde más que nunca a las necesidades de los hogares y de la Iglesia.  En la actualidad, este Movimiento está implantado en unos sesenta países y quiere ser portador del testimonio cristiano en el mundo.
     De conformidad con el canon 299, párrafo 3, del Código de Derecho Canónico promulgado el 25 de enero de 1973,  el Equipo Responsable Internacional de los E.N.S., acompañado de los matrimonios Súper Regionales y numerosos Regionales, ha decidido por unanimidad establecer los Estatutos siguientes.
     Tienen por finalidad:
¨      Atender a la coherencia del Movimiento y a su crecimiento en continuidad y en fidelidad a las intuiciones de los orígenes,  permitiendo sin embargo las adaptaciones necesarias, según las necesidades nuevas que se puedan percibir en relación con los contextos de tiempos y lugares.
¨      Asegurar que la intuición fundacional del Movimiento de los E.N.S. esté enraizada dentro de la Iglesia y obtener así confirmación del reconocimiento de su especificidad.
¨      Servir de referencia a los miembros del Movimiento y a sus responsables, y de garantía para las Autoridades eclesiásticas.
¨      Precisar la expresión institucional de la unión de los E.N.S. con la Santa Sede.


Artículo 1.-  Denominación y calificación.

     El nombre oficial del Movimiento es “EQUIPES NOTRE DAME” , abreviado END.  Esta denominación es común para el conjunto del Movimiento, sin perjuicio del empleo de traducciones oficiales.  Se le añade,  si llega el caso, el subtítulo: “Movimiento de Espiritualidad Conyugal”.
     Los E.N.S., como Movimiento de laicos,  constituyen una “asociación internacional católica privada”, dirigida y regida por los fieles, según el Código de Derecho Canónico promulgado el 25 de enero de 1983, y de conformidad con los presentes Estatutos.  Este Movimiento forma en la Iglesia una comunidad espiritual de carácter universal.

Artículo 2.- Sede social.
     La sede social del Movimiento se sitúa en París (49, Rue de la Glasière  75013 París – Francia).  Podrá ser trasladada a cualquier otro lugar por decisión del Equipo Responsable Internacional.

Artículo 3.- Finalidades y caracteres esenciales.
     Los E.N.S. tienen como meta ayudar a los hogares cristianos a descubrir y a vivir todas las dimensiones del sacramento del matrimonio, con fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia.
     Movimiento de formación espiritual y de perfeccionamiento, los E.N.S. ayudan a sus miembros a progresar en el amor a Dios y en el amor al prójimo;  hacen un llamamiento a la ayuda mutua fraterna, para que éstos puedan asumir personalmente y en pareja las condiciones concretas de su vida conyugal, familiar, profesional y social, según la voluntad de Dios;  les incita a tomar conciencia de su misión evangelizadora en la Iglesia y en el mundo,  por el testimonio de su amor conyugal,  y por otros modos de acción que les incumbe elegir.

Artículo 4.- Los miembros.
     Son miembros de los E.N.S. los hogares unidos por el sacramento del matrimonio que se adhieren, con vistas a ponerlos en práctica, a los objetivos y a los métodos del Movimiento, tales como se definen en la última edición de la Carta Fundacional  (mayo de 1972), en los documentos fundamentales que la han actualizado, y en los presentes Estatutos.
     Cualquier hogar que cumpla con estas condiciones puede pertenecer a los E.N.S.-  Después de un periodo de iniciación de una duración de al menos un año, vivido en equipo,  acompañado de un hogar piloto que hace descubrir los distintos aspectos de la vida de los Equipos,  cada hogar se compromete en el Movimiento o decide dejarlo.
     Cada miembro se puede retirar en cualquier momento.
     La exclusión de uno o varios miembros puede ser decidida, por motivo grave, por los Responsables locales,  a reserva de un eventual recurso al Equipo Responsable Internacional.

Artículo 5.- Vida de equipo y ayuda mutua de los miembros.
   El equipo, verdadera comunidad eclesial, constituye la célula base del Movimiento.  Suscitar y animar pequeñas comunidades de hogares que intentan vivir plenamente la vida cristiana en su hogar y en su familia, es pues la vocación específica de los E.N.S. como Movimiento en el seno de la Iglesia.
      Después de un periodo de pilotaje y de iniciación,  el equipo como tal se compromete en el Movimiento, que lo acoge,  o bien decide dejarlo.
     Cada año el equipo, compuesto por cinco o seis hogares, elige un hogar responsable;  el equipo es asistido por un sacerdote, “consiliario”, que pone de manifiesto el lazo de unión con el sacerdocio y la comunión con la Iglesia.
     La reunión de equipo mensual constituye el tiempo fuerte de la vida de equipo.  Preparada por cada uno de sus miembros, la reunión se compone de una comida sencilla, un tiempo de oración, una puesta en común de las experiencias y de las preocupaciones de todos,  un intercambio sobre un tema de reflexión en relación con los objetivos y las características esenciales del Movimiento, así como de una participación sobre los puntos concretos de esfuerzo, enumerados a continuación.
En efecto, los miembros de los E.N.S. se comprometen a hacer un esfuerzo a título personal y en pareja, sobre los “puntos concretos” siguientes:
Una regla de vida personal,  un tiempo de verdadero diálogo conyugal cada mes para buscar juntos la voluntad del Señor  (deber de sentarse),  la escucha de la Palabra de Dios,  la oración diaria,  la oración conyugal y familiar diaria, y unos ejercicios espirituales anuales.  Para todo ello, se comprometen también a ayudarse mútuamente en equipo y a participar en las actividades y en la vida del Movimiento.

Artículo 6.-  Instancias de responsabilidad y de animación.

1). Varias instancias de responsabilidad y de animación están al servicio de la comunión fraternal  para realizar los objetivos del Movimiento:

§         El hogar enlace, encargado de asegurar el enlace entre varios equipos (3 a 5).

§         El hogar Responsable de Sector, encargado de animar a un grupo de equipos (de 5 a 20), con la ayuda de un equipo, llamado Equipo de Sector, compuesto por varios hogares y un sacerdote consiliario de Sector.

§         El hogar Responsable Regional,  encargado de la animación de varios Sectores.

§         El hogar Responsable Súper Regional, encargado de animar varias Regiones.

§         Y, según las necesidades, grupos de coordinación a nivel de un país o de varias Súper Regiones.

2). El Equipo Responsable Internacional (ERI) asume colegialmente la responsabilidad general del Movimiento; la ejerce en estrecha unión con los hogares Responsables Súper Regionales.
     El ERI se compone de 5 ó 6 hogares, asistidos por un sacerdote consiliario. Estos hogares son elegidos por el mismo ERI, después de proceder a varias consultas, en especial con los Súper Regionales. La elección de los miembros del ERI se inspira, dentro de lo posible, en el carácter internacional del Movimiento.
     Generalmente los miembros del ERI son elegidos para un periodo de seis años.
     El ERI elige entre sus miembros un Hogar Responsable, encargado de su animación y coordinación.  Este Hogar asume la gestión “corriente” del Movimiento e informa regularmente a los miembros del ERI acerca del ejercicio de su misión. Su mandato dura generalmente seis años. Es el representante oficial del Movimiento.
     Antes de proceder al nombramiento del Hogar Responsable, el ERI se asegura que el Consejo Pontificio para los Laicos no oponga ninguna objeción grave a dicha elección.
     El ERI puede pedir la ayuda de expertos, sacerdotes o laicos, reunidos en consejo o no.
     El ERI dispone de un Secretariado Internacional.
     Los Secretariados, creados con el acuerdo del ERI en los distintos países según las necesidades, están bajo la vigilancia de los Responsables locales; colaboran con el Secretariado Internacional.

3). Todas las responsabilidades asumidas a cada uno de los niveles son desempeñadas por hogares, miembros de los E.N.S., durante un tiempo determinado, generalmente de 3 a 5 años.  Los hogares referidos al apartado 1). de este artículo son elegidos según los procedimientos fijados por cada Súper Región, con un espíritu de común y de servicio.  Realiza dicho nombramiento el Hogar Responsable de la animación general de la cual dependen.
     Cada Hogar Responsable, a partir del nivel de Responsable de Sector, representa al Movimiento en su área geográfica. Esta representación se refiere únicamente para las cuestiones señaladas en el artículo 3.  Periódicamente el Hogar Responsable informa de sus iniciativas y decisiones, así como de su gestión, a la instancia superior.     
     Los eventuales casos por los que un Hogar Responsable será relevado de su servicio se determinan en cada Súper Región,  por motivos graves (como el divorcio o escándalos públicos o privados), y teniendo en cuenta el bien del Movimiento.

Artículo 7.-  Los sacerdotes consiliarios.
     Los sacerdotes aportan a los Equipos la gracia insustituible de su sacerdocio, y no asumen ninguna responsabilidad de gobierno;  por este motivo se les llama “consiliarios”.
     El sacerdote, consiliario de equipo, es elegido por los miembros del equipo entre los sacerdotes que ejercen legítimamente el ministerio sacerdotal conforme al canon 325, párr. 2.
     El sacerdote, consiliario de Sector o de otro equipo de servicio, es elegido entre los consiliarios de equipo por el Hogar Responsable de Sector,  o por el hogar responsable del equipo de servicio de acuerdo con el Hogar Responsable de la animación general del cual depende.  A este sacerdote le incumbe efectuar las gestiones eventualmente necesarias con sus superiores jerárquicos para poder aceptar este encargo;  la duración habitual de su servicio será de 3 a 5 años.
     El sacerdote, consiliario del ERI, es elegido por los miembros de ese Equipo Responsable Internacional;  su nombramiento debe ser confirmado por la Santa Sede. La duración de su mandato será como máximo de 6 años.
     Otros sacerdotes pueden asociarse a la reflexión y a la animación espiritual del Movimiento, en los distintos niveles de responsabilidad, en función de las circunstancias y de las necesidades.  Son elegidos por el nivel interesado, con la conformidad de la instancia superior del Movimiento.

Artículo 8.- Administración de bienes.
     El Movimiento tiene como recursos el conjunto de las cotizaciones anuales pagadas por sus miembros, así como los donativos, subvenciones o eventuales legados.  Estos recursos sirven para cubrir los gastos de funcionamiento, animación y expansión del Movimiento.
     Puede adquirir bienes inmuebles, mediante compra, donación o legado, pero habrán de destinarse a la estricta realización de sus objetivos.
     Cualquier persona que maneje los recursos económicos del Movimiento habrá de rendir cuentas de las cantidades recibidas y gastadas.
     El ERI establece cada año la política financiera del Movimiento, especialmente la contribución internacional de las Súper Regiones o de las Regiones, y vigila su buena ejecución.
     El Movimiento podrá constituir asociaciones civiles, nacionales o regionales, que gocen de personalidad jurídica en los países donde los ENS estén implantados. La decisión de crearlas, así como sus estatutos, deben ser sometidos a la previa aprobación del ERI.  Estas Asociaciones podrán poseer y administrar bienes que pertenecen a los E.N.S., y dar cuenta de ello cada año a los Responsables locales del Movimiento.
     En espíritu de trasparencia y de confianza, los documentos contables de las Asociaciones civiles constituidas en las Regiones o en las Súper Regiones, o en las que ellas participen,  serán anualmente comunicados al órgano de animación de las que dependan. Esto se aplica también al ERI, que transmite al Colegio los documentos inherentes a cada asociación de la que él sea miembro.
En el caso de disolución de una de esas Asociaciones, la liquidación de sus bienes será efectuada conforme a las reglas en vigor en cada país.  Sin embargo la Asociación Internacional vigilará que sus bienes se utilicen al servicio de los miembros del Movimiento, o de instituciones vinculadas a la pareja y al matrimonio en los países de esas asociaciones.
     En caso de disolución de la Asociación Internacional “EQUIPES NOTRE DAME”, la liquidación de sus bienes será realizada conforme al canon 310, y, prioritariamente, a favor de asociaciones que tengan finalidades similares.

Artículo 9.-  Revisión de los Estatutos.
     El ERI o dos terceras partes de los Responsables Súper Regionales podrán proponer modificaciones de los presentes Estatutos.
     Las modificaciones serán decididas por el ERI después de consultar a las Súper Regiones, siguiendo el mismo proceso que para elaborar los presentes Estatutos, y habrán de someterse a la aprobación de la Santa Sede.

Artículo 10.- Disposiciones finales.

El ERI y los Responsables Súper Regionales vigilarán que las reglas de orden espiritual y los documentos oficiales del Movimiento sean conformes a los presentes Estatutos.

 

 

París, 10 de marzo de 2002